sábado, 5 de octubre de 2013

LA SANTÍSIMA TRINIDAD

En artículos anteriores he venido escribiendo sobre temas relacionados tanto con la religión y la biblia misma, y en este caso no será la exención, y hoy será como tema la santicima Trinidad, que se sabe de ella que es una doctrina cristiana vital, y cualquier negación de ella resulta en una negación del cristianismo bíblico. Nuestra comprensión de la misma obra de la redención, y del camino a la salvación, de hecho está muy relacionado con nuestra forma de pensar acerca de quién es Dios. Un correcto entendimiento de la redención siempre está basado en un correcto entendimiento de la Divinidad. Cualquier desviación de la verdad de Dios siempre resultará en una desviación más grande de la verdad acerca del camino de la salvación. Esto se puede ver especialmente entre los muchos grupos que se desvían de la enseñanza bíblica de la Trinidad, ya que cada uno de ellos, en alguna forma u otra, niegan que la salvación sea por gracia solamente, por medio de la fe solamente, contrario a la clara enseñanza de las Escrituras.
Pero en sí que es la trinidad?
La palabra “trinidad” significa “tri-unidad” o “tres en uno”. Esto significa que hay un Dios que existe eternamente como tres Personas, que cada una de ellas poseen toda la plenitud de la Deidad, y que cada una de estas Personas posee todos los atributos de Dios. Las tres Personas de la Divinidad son perfectas en unidad, iguales en Deidad, y sin embargo son distintas en función. Estas tres Personas son Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo, y son el único Dios verdadero. No son tres “dioses”, sino que hay un Dios verdadero, y solamente un Dios.

El dogma enuncia tres personas en una sola, y las tres representan una sola unidad, y están unidad no para crear una confusión sino que para contenerse mutuamente Cada Persona es una forma única de contener la esencia idéntica, de recibirla de las Otras, de darla a las Otras, y así de presentar a las Otras. Así que tanto Dios, el hijo y el espíritu santo tienen una sola manifestación de una sola representación tanto el espíritu santo es Dios como el hijo es Dios así y viceversa. Al igual de la representación simbólica que tiene el uno es soledad, dos es el número que separa, tres es el número que traspasa la separación; lo uno y lo múltiple se encuentra reunido y circunscrito en la trinidad.
Para tener una visión más detallada de la santísima trinidad veamos como la interpreta el monje Andrés Rublev. 
Se pueden distinguir tres planos superpuestos:

En primer lugar, la reminiscencia del relato bíblico de la visita de los tres peregrinos a Abraham (Gn 18,1-5). El comentario litúrgico lo descifra: “bienaventurado Abraham, tú los has visto, has recibido a la divinidad una y trina”. Y la supresión de las figuras de Abraham y Sara invita a penetrar más profundamente y a pasar al segundo plano, el de la “economía divina”.Los tres peregrinos celestes forman “el consejo eterno” y el paisaje cambia de significado: la tienda de Abraham se convierte en el palacio-templo; la encina de Manbré, en el árbol de la vida; el cosmos, en una copa esquemática de la naturaleza, signo ligero de su presencia. El ternero ofrecido como alimento hace sitio a la copa eucarística.

Los tres ángeles, ligeros y esbeltos, nos muestran cuerpos muy alargados (catorce veces la cabeza en vez de siete, que es la dimensión normal). Las alas de los ángeles, así como la manera esquemática de tratar el paisaje, san la impresión inmediata de lo inmaterial, la ausencia de gravedad. La perspectiva invertida elimina la distancia, la profundidad donde todo desaparece en la lejanía y, mediante el efecto contrario, acerca las figuras, muestra que Dios está ahí y que está en todas partes.

Las tres personas están conversando – y el tema podría ser el texto de Juan: “Dios ha amado al mundo de tal manera que le ha dado a su hijo único”. Ahora bien, la Palabra de Dios siempre es acto: toma la figura sacrificial de la copa.

El tercer plano intra-divino sólo está sugerido, es trascendente e inaccesible. Sin embargo está presente, en tanto que la economía de la salvación fluye de la vida interior de Dios.

Dios es amor en sí en su esencia trinitaria, y su amor hacia el mundo sólo es el reflejo de su amor trinitario. El don de sí, que nunca es una falta, sino la expresión de la superabundancia del amor, está representado por la copa; los ángeles están agrupados alrededor del alimento divino. Los últimos trabajos de restauración han descubierto el contenido de la copa. La capa de pintura posterior que representaba un racimo, escondía el dibujo inicial: el cordero- que une esta comida celeste a la palabra del Apocalipsis- ha sido inmolado antes de la fundación del mundo. El amor, el sacrificio, la inmolación, preceden al acto de la creación del mundo, están en su origen.

Los tres ángeles están en reposo que es la paz suprema del ser en sí; pero este reposo es embriagador, es un auténtico éxtasis, “la salida en sí misma”. San Gregorio de Nisa revela este misterio: “Es la mayor paradoja que la estabilidad y el movimiento estén en el mismo elemento.”

Entonces la trinidad es en verdad un todo en el cristianismo, según las interpretaciones de Rublev si lo es porque la santísima trinidad tiene todos los elementos que hoy en día están presentes en un templo sagrado desde la vestimenta del pastor o sacerdote y terminando por las copas donde según las creencias se representa la carne y la sangre de cristo.





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