GUERRAS MEDICAS.
Como siempre dicen, toda acción tiene una reacción, y este
fue el caso para un hecho significativo que cambiaría el rumbo del mundo
entero, las famosas Guerras Medicas. Esto comenzó en el siglo VII a.c se
encontraba en la soberanía Darío I, sucesor de Ciro, gobernó las ciudades
griegas con tacto y procurando ser tolerante. Pero, como habían hecho sus
antecesores, siguió la estrategia de dividir y vencer: apoyó el desarrollo
comercial de los fenicios, que formaban parte de su imperio desde antes, y que
eran rivales tradicionales de los griegos. Además, los jonios sufrieron duros
golpes, como la conquista de su floreciente suburbio de Naucratis, en Egipto,
la conquista de Bizancio, llave del Mar Negro, y la caída de Síbaris, uno de
sus mayores mercados de tejidos y un punto de apoyo vital para el comercio.
Y de esta manera se dio el resentimiento contra el
gobernador persa, y por ende se libró la primera guerra médica. Darío I se
decidió a castigar a aquellos que habían auxiliado a los rebeldes. Según la
leyenda, preguntó: « ¿Quién es esa gente que se llama atenienses?», y al
conocer la respuesta, exclamó: « ¡Oh Ormuz, dame ocasión de vengarme de los
atenienses!». Después, cada vez que se sentaba a la mesa, uno de sus servidores
debía decirle tres veces al oído « ¡Señor, acordaos de los atenienses!». Es por
esto que encargó la dirección de la represalia a su sobrino Artafernes y a un
noble llamado Datis.
La derrota de los persas se debió a dos factores
fundamentales. Uno era la organización estratégica persa, que hacía combatir a
sus hombres agrupados por nacionalidades, no por armas, lo que debilitaba
militarmente a sus fuerzas pero era necesario para mantener la disciplina en un
ejército que combatía en su mayor parte (con la excepción de medos y persas
propiamente dichos) para un monarca invasor de su propio país, invadiendo otro
país extraño. El segundo y no menos importante, consistía en que los griegos,
al contrario de sus enemigos, estaban animados por un patriotismo muy poco
conocido en aquella época, alimentado sobre todo por los logros políticos de la
democracia ateniense, hija de las reformas de Clístenes, que hacía de los
ciudadanos de Atenas hombres especialmente libres y con derechos políticos, en
comparación con los súbditos de otras naciones organizadas, regidas casi todas
por déspotas absolutos.
La derrota de los persas se debió a dos factores
fundamentales. Uno era la organización estratégica persa, que hacía combatir a
sus hombres agrupados por nacionalidades, no por armas, lo que debilitaba
militarmente a sus fuerzas pero era necesario para mantener la disciplina en un
ejército que combatía en su mayor parte (con la excepción de medos y persas propiamente
dichos) para un monarca invasor de su propio país, invadiendo otro país
extraño. El segundo y no menos importante, consistía en que los griegos, al
contrario de sus enemigos, estaban animados por un patriotismo muy poco
conocido en aquella época, alimentado sobre todo por los logros políticos de la
democracia ateniense, hija de las reformas de Clístenes, que hacía de los
ciudadanos de Atenas hombres especialmente libres y con derechos políticos, en
comparación con los súbditos de otras naciones organizadas, regidas casi todas
por déspotas absolutos.
Pero esto no fue todo ya que faltaría la segunda guerra
medica esta vez comandada por el hijo de Darío I, Gerges, y por consecuencia
una tercera guerra medica En este momento Temístocles es mal reconocido por el
pueblo ateniense y es exiliado, de modo que huye a las fronteras del Imperio
aqueménida, y allí se pone bajo el mando del nuevo soberano persa, Artajerjes
I, hijo de Gerges ya fallecido.
Cimón, hijo de Milcíades, enterado de las
intenciones de Artajerjes I, avanza hasta la actual Turquía y derrota al
ejército persa en la batalla del río Eurimedonte en el 467 a. C.
Tras esta gran victoria, Cimón decide que se debe de nuevo promulgar la amistad
y paz con el pueblo espartano, pero los atenienses no consideran esa opción de
igual manera y los destierran por orden de Efialtes, cuyo mandato no duró mucho
y fue sucedido por Pericles, que dominó Atenas hasta su muerte en el 429 a. C. Pericles
continua la guerra contra Persia, en la que destacan dos decisiones que
realizó, la primera la de solicitar a Cimón su vuelta del destierro y la
segunda, la firma de un tratado de paz con Artajerjes I, el cual lo acepta,
llamado Paz de Cimón en el 448 a. C. que estipula ciertas condiciones para
ambos pueblos y que es presidido por éste, razón por la que fue mandado de
vuelta del exilio, aunque realmente demostrado que fue presidido por Calias, ya
que en el año del tratado, Cimón ya había muerto, por lo que se piensa fue
realizado en su honor y recuerdo.
Las guerras médicas llegan a su fin mediante las condiciones impuestas por los griegos a los persas, a saber:
Las guerras médicas llegan a su fin mediante las condiciones impuestas por los griegos a los persas, a saber:
Obligación a los persas de desistir definitivamente en su conquista y expansión
a Grecia.
No volver a navegar por el mar Egeo
Se les permite comerciar con las colonias griegas de Asia Menor.
No volver a navegar por el mar Egeo
Se les permite comerciar con las colonias griegas de Asia Menor.
Pero qué importancia tiene que los griegos hayan ganado las
guerras médicas bueno pues muchas para la cultura occidental algunas de ellas son:
Se libero a la cultura Occidental (Grecia) del
peligro asiático autoritario (Imperio Persa)
La ciudad-Estado de Atenas se convirtió en la ciudad más
poderosa y rectora de los destinos del mundo griego.
Los atenienses
lograron el control marítimo del Mar Mediterráneo, formando asi un imperio
marítimo que llevaría a Atenas a un notable progreso intelectual, artístico, económico
y político "Siglo de Pericles".
Las colonias griegas
en el Asia Menor, recobraron su independencia del imperio Persa.
La fama del poder
militar y predominio de Atenas, provocaría las Guerras del Peloponeso entre las
ciudades-estado de Atenas y Esparta.
El imperio Persa entraría en decadencia.
El imperio Persa entraría en decadencia.
Se acentuó el espíritu
democrático y patriótico del pueblo griego que, después, los pueblos del
resto de Europa y Occidente habríamos de heredar.Y existe algo muy importante a
rescatar que si los griegos no hubiese ganado las guerra medicas nosotros no fuéramos
cristianos, asi que en gran parte hay que agradecerle el cristianismo a los
griegos.